No es un adelanto, es una ruptura

Traducir a los clásicos era seguramente más tranquilo para este profesor de latín que interpretar los gestos, movimientos y advertencias del PSOE. El coordinador general de IU-CA, Antonio Maíllo (Lucena, 1966), se tienta la ropa antes de hablar porque sabe que se viven momentos muy delicados. La entrevista se celebra el viernes 23 de enero por la noche en un hotel del centro de Sevilla. Horas antes ha tenido una reunión con la presidenta de la Junta, Susana Díaz, que le dijo a la cara que lo suyo, políticamente, no funciona.

Pregunta.­ ¿Cómo le ha ido con la presidenta de la Junta?

Respuesta.­ La reunión ha sido correcta formalmente. Le he expresado a la presidenta lo que digo públicamente: que no hay razones objetivas para adelantar las elecciones. Sus argumentos son poco sólidos y convincentes. Hay una especie de efecto tautológico de que no hay estabilidad y que se alimenta sobre sí mismo. Los hechos son los hechos: hay presupuesto aprobado para 2015 y leyes vitales que desarrollar desde el Gobierno.

P.­ Un sector de IU, principalmente de la CUT, advirtió desde el principio de que el PSOE iba a dejarlos en la estacada. A la luz de los últimos acontecimientos, ¿se ha desengañado?

R. ­A la luz de lo ocurrido se evidencia que el PSOE no tenía voluntad de llevar a término las leyes más de izquierda del acuerdo programático como la banca pública o la renta básica. Me atrevería a decir incluso que leyes de nuestras áreas de competencia, como la Ley de Memoria Democrática, que se va a quedar paralizada si hay ruptura y adelanto de elecciones.

P.­ ¿Cuando dice el PSOE quiere decir José Antonio Griñán y Susana Díaz o sólo la presidenta? ¿Piensa que esto iba a tener el mismo desenlace de todas formas?

R.­ No. Aquí hay una reflexión que no obedece a los intereses de Andalucía. Hay mucha clave interna del PSOE y una sobreactuación por su parte en una serie de incidentes. Ha habido contradicciones, como en todo gobierno, por eso tenía sentido la asamblea de balance que hizo IU en diciembre. El banco de tierras es clave para nosotros; la banca pública también y la renta básica. El mensaje fundamental de la asamblea de balance fue: queremos cumplir. Y no se puede asumir que la petición de cumplir lo pactado sea un motivo de inestabilidad.

P. ­Cuando Susana Díaz comenzó a lanzar mensajes contra el viaje al Sáhara de Diego Valderas, ¿sospechaban lo que venía después?

R. ­Estábamos viendo una sobreactuación en varios asuntos. Mirándolo con detenimiento, desde septiembre hay advertencias sutiles sobre cosas evidentes, como que si no había presupuestos habría elecciones, que es obvio. Están buscando excusas como percha para justificar una decisión que tienen tomada desde hace mucho tiempo. Ésos no son los intereses de la sociedad andaluza.

P. ­Ustedes han echado capotes al PSOE en el Parlamento impidiendo la constitución de comisiones de investigación. ¿Cómo se puede pasar de esa buena sintonía, incluso complicidad, a esta situación tan radicalmente distinta?

R. ­Lo que ha pasado tiene mucho que ver con una postura que adoptamos de dar seriedad al cumplimiento de unas normas que iban demasiado lentas. Y le digo una cosa: nosotros nos incorporamos al Gobierno para hacer políticas diferentes en la protección de servicios públicos y creación de un nuevo modelo productivo y también para la lucha contra la corrupción. En este Gobierno donde ha estado IU no ha habido corrupción. No quiero pensar que las conclusiones de la asamblea de balance para crear una gran comisión de investigación sobre toda la corrupción para pedir responsabilidades políticas haya sido un factor determinante, aunque no confesado, para adelantar las elecciones y romper el gobierno.

P. ­¿Quiere decir que a Susana Díaz le ha entrado miedo porque ustedes fueran a mostrarse especialmente beligerantes?

R. ­El consejero de Educación ha hecho una labor de fiscalización que es verdad que no se había hecho [de los cursos de formación], pero se han quedado algunas cosas en el tintero. Además, queremos abordar los casos de corrupción vinculados a ayuntamientos del PP con proyectos cofinanciados por la Junta de Andalucía y ver si hay relaciones con Gürtel y Bárcenas.

P. ­Si se disuelve el Parlamento, como parece que se va a hacer, presumiblemente el lunes, ¿los consejeros de IU se van a ir del Gobierno o van a esperar a que Susana Díaz los destituya?

R. Nosotros no vamos a romper. El que rompa, que lo explique y asuma el `efecto Mas. Que se fije en lo que le pasó a Artur Mas, porque cuando hay cálculos electorales la ciudadanía lo detecta rápidamente. Y esto no es una ruptura pactada. El que rompa, que lo explique y ya veremos qué haremos.

P. ­¿Fue un error entrar en el Gobierno o hacer presidente a Griñán?

R. ­No hay que hablar en clave de error o no. El acuerdo lo hicimos para evitar que entrara el PP y sus políticas y para eliminar las prácticas que hubo en gobiernos anteriores. Al final ha habido una ralentización de las políticas más audaces y quizá sea por falta de voluntad de desarrollar las leyes más avanzadas del acuerdo programático.

P. ­¿Haberle cerrado el paso al PP justifica entonces el pacto?

R. ­Justifica una parte del pacto. La otra era la necesidad de abordar políticas de resistencia, pero ya llegará el momento de evaluar eso con detenimiento. Hemos conseguido que nada se privatice y que se mantengan la sanidad y la educación.

P.­ Mire el acuerdo de gobierno: de las 28 iniciativas legislativas se han aprobado definitivamente sólo dos. Una, la Ley de Transparencia, que no está en vigor; la otra, la Ley de Transexualidad. La `ley antidesahucios aprobada no constaba en cambio en ese acuerdo. ¿Qué nota le pone al pacto?

R. ­Eso es la constatación de que la ruptura del Gobierno provoca que el cumplimiento del pacto sea claramente insuficiente. Quien lo rompe se responsabiliza de que no se hagan las demás leyes.

P. ­¿Se siente IU con las manos libres para votar en el pleno del Parlamento del lunes?

R. Siempre nos hemos sentido libres. Evidentemente, la renovación de la Cámara de Cuentas que han pactado el PSOE y el PP no la vamos a apoyar.

P. ­Y el blindaje de los aforados preimputados por la juez Alaya metiéndolos en la Diputación Permanente, ¿lo van a apoyar?

R. No nos consta esa información que ha publicado EL MUNDO. De confirmarse, no vamos a dar nuestro consentimiento. Pediremos que se vote y votaremos no.

P. ­¿Se han planteado la posibilidad de presentar una moción de censura para desmontarle la estrategia a Susana Díaz, ya que así no podría adelantar las elecciones?

R. ­No tenemos diputados para ello, es una posibilidad que no hemos contemplado.

P. ­¿Hay algún resquicio para evitar la ruptura del gobierno?

R. ­Todo parece empujar a esa ruptura en función de cálculos electorales. No veo el resquicio.

P. ­¿Corren riesgo pactos del PSOE con IU en ayuntamientos?

R. ­Evidentemente, va a haber un grado mayor de dificultad y desconfianza. Esto no deja posibilidad de acuerdos.

P. ­¿Volverá a pactar con el PSOE en la Junta de Andalucía?

R. ­Vamos a un Parlamento muy fragmentado. Llegaremos a acuerdos en virtud de programas.

P. ­¿Cómo de fragmentado vaticina que será el Parlamento?

R. ­Entrará Podemos y es posible que Ciudadanos. Pueden darse combinaciones muy interesantes.

P. ­¿Pactarían con el PP?

R. ­Con el PP no vamos a ningún sitio. Queremos tener una alta influencia para ser útiles a la gente.

P. ­¿Le tiene miedo a Podemos?

R. ­No le tememos a nadie sino a la instauración de un modelo social injusto. No obstante, es cierto que hay una franja del electorado de IU que puede ser permeable.